Nicolás Massú, doble medallista olímpico, viñamarino y ex Top 10 del ránking ATP, debe estar orgulloso. Gracias a su espíritu de lucha deportiva y algunas muletillas, ha dado material a Stefan Kramer a lo largo de su carrera para, a través de imitarlo, hacer que la gente se ría... bueno, casi todos.
Porque en esta oportunidad, el "Vampiro" sirvió de héroe, no solo olímpico, sino que social. Kramer se vistió de tenista/primera línea y de Vengador para demostrar que se puede decir casi de todo en televisión abierta. Incluso llega a sonar extraño que "hayan revisado todas las rutinas" si Stefan, en esta tercera visita a la vilipendiada Quinta Vergara, le dio con todo, a todos y sin importarle. Pasaron 2 años para su regreso y una explosión social que hacía presagiar una suspensión total del Festival auto conocido como "más grande de Latinoamérica". Quién te conoce, Vive Latino. Hay que ser súper justos, aquí a nadie (que no haya ido al recinto) le importaba Ricky, por más guapo que esté. Todos querían saber qué diría Kramer, si es que se atrevía a decir las cosas que todos están negando. Y vaya que lo hizo.
Podríamos nombrar como imitó a Horacio De La Peña, Pancho Saavedra, Ricardo Arjona y la Dra. Polo, pero... eso es para decir "la rutina fue chistosa y no le hizo daño a nadie". Pasó por burlarse de Chadwick, Cubillos, Blumel, Rubilar, "Piñichet", e imitar a Evelyn Matthei, Mañalich (con la típica música de Bloopers) y, obviamente, al Presidente de la República. Mofándose de cada cosa, desde el porcentaje de aprobación hasta las AK-47, el otrora 'Camaleón' hizo de las suyas pidiendo pizzas que llegaron comidas, haciendo metáforas de 'las promesas incumplidas', homenajeó a músicos y le cambió la letra a 'Llueve Sobre la Ciudad' de Los Bunkers. Por eso su presentación tiene que haber dolido tanto. Por eso y por ocupar al PareMan, a Baila Pikachu y al Estúpido y Sensual Spiderman dentro de su rutina, reconocidos 'héroes' de las marchas en su batalla contra las AFP, los ladrones de cuello y corbata y también toda la desigualdad. No le importó decir toda la verdad de una manera graciosa, con su sartén costosa y escondiendo su auto caro, muchos quizás hacen lo mismo y se deben haber sentido igual de identificados viendo esta rutina que tuvo más conexión con el público que todos los últimos festivales en Viña.
Y es por todo esto que debemos volver al ahora entrenador de Dominic Thiem: quizás, Massú nunca tuvo muchos problemas económicos, pero con la frase 'mami, para que te suban la pensión' (aunque luego tiró una talla) antes de ganarle el partido a la desigualdad, debe haber sido la puñalada final a un grupo de personas que no quiere ver lo que todos estamos viendo. Y que, por supuesto, Stefan Kramer dejó claro desde el minuto 1 sobre el escenario. Mofarse de los chalecos amarillos, de las marchas en Vitacura, de la nula empatía que tienen algunos con todo lo que está aconteciendo en estos momentos por todo el país, es demasiado destacable en tiempos donde las cadenas nacionales son sólo para anunciar leyes inservibles.
Estamos claros en varias cosas: es posible que Kramer luego de esto, no vuelva a subirse a Viña. Tambié, que haya cantado con Paloma, su esposa, fue un capricho súper bien logrado y, como creo que varios sospechan, será todo el material que muestren en los matinales, porque dudo que den toda esa crítica en horario protegido. Y para ir finalizando, Stefan además de darse el lujo de tratar de imitar a Steven Tyler de Aerosmith, Scott Weiland y Alberto Plaza en la misma rutina, puede estar cerrando un ciclo: uno donde derrotó a Roger Federer soplando la pelota en 2008, y terminó ganándole con un cacerolazo a la desigualdad tan presente, con toda la primera línea levantándolo. Digno de recordar y, para la otra, a tener más ojo, porque por más miedo que le tengan a Mon Laferte en Viña, hay otro que ya les pegó a todos y no alcanzaron ni a censurarlo.
Muteen todo lo que quieran, porque Kramer ya dijo lo suficiente.
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