No importa cuándo vengan, o cuántas veces toquen en Chile, los Backstreet Boys son un número obligado para miles de personas que los siguen desde sus inicios o que se han unido a esta fiebre BSB a lo largo de estos 27 años de carrera. Y es por esto mismo que agoten un estadio de 25 mil personas dos veces en Santiago, a tan solo un año de haber tocado en el Festival de Viña del Mar. Así que, desde temprano, lo que más se olía en el ambiente, era ansiedad.
Ansiedad por el calor, los gritos, la gente contra la barricada en la cancha general y, obviamente, los 30 minutos de retraso en el inicio del concierto, que cuando apenas se apagaron las luces y comenzó 'I Wanna Be With You', quedó en el pasado. Claro, todo el mundo se volvió loco, con un show que, además de tener una puesta en escena envidiable y una conexión con el público que ya se la quisiera cualquier otro artista. Y la verdad, nos iremos hacia ese lado, porque por más que les digamos que tocaron todas las canciones que sus fans estaban esperando, acá se sintió algo mucho más especial en el aire.
Ya, sí, hagamos un paréntesis diciendo al menos los temas, ¿verdad? Ya: 'The Call','As Long As You Love Me', 'I Want it That Way', 'Get Down', 'Quit Playing Games' y muuuuchas más que seguiremos nombrando entremedio de esto, pero... ¿cómo explicar que el fenómeno Backstreet Boys siga vivo? Acá creemos que son varios factores, pero el más importante, es la conexión que siguen teniendo Nick, Kevin, Bryan, Howie y A.J. con sus fanáticas chilenas quienes les han dicho 'Anywhere for You' desde los inicios. Y es por esta misma razón que se nota en el aire que estas 25 mil personas son amigas del quinteto estadounidense, con un crush eterno por todos, aunque, hay que ser sinceros, Kevin (el serio) es el que más se llevó gritos y suspiros y, cuando le tocó cantar un par de versos por sí solo en 'Drowning', el Estadio se vino abajo. Más aún cuando tiró su ropa interior junto con A.J., bromeando con el hecho de que, como ellas ya lo habían hecho toda su vida, ya era momento de devolverles el favor, mientras se cambiaban de ropa tras unos biombos instalados sobre el mismo stage.
Si nos vamos derechamente a cómo estuvo el concierto además de tocar un montón de hits y los gritos desgarradores, el sonido fue digno de destacar, potente, claro y sin más que algunas fallas en los micrófonos de Bryan y Howie, que fueron arreglados rápidamente. También, el sistema de luces dentro del escenario y también por las pantallas gigantes nos hacía sentir parte del espectáculo en todo momento y, para qué alardear con los lásers que se hicieron presentes desde aproximadamente la mitad del show, con una potencia que a veces hacía estar más pendientes de ellos que de lo que pasaba sobre las pasarelas del escenario. Pero, hay que volver a lo mismo, lo más importante, siempre fue sentirse cercanos a estos hombres que parecen no envejecer.
Claro, nos muestran a su familia y sus vidas hechas por las pantallas, nos cuentan historias de su adolescencia y nos agradecen el siempre estar ahí y pareciera que todos nosotros somos sus amigos, por más que nos veamos una vez al año, esta ''cita'' parece inquebrantable con los años y por eso mismo es que ellos nos prometen que 'nunca nos harán llorar' y que nos 'muestren la manera de estar solos' y más que ser cinco artistas, son amigos lejanos, amores platónicos para miles de personas que no diferencian edad ni género porque los BSB para muchos de los presentes, son 'más grandes que la vida'.
Luego de llamativos cambios de vestuario, papel picado, hielo seco, cantar a capella, prometer que volverán todos los años y ejecutar de manera brillante cada una de las canciones que la gente quería escuchar, los Backstreet Boys se van en silencio del escenario, tras tocar 'Larger Than Life'. Esto, obviamente, no es un adiós, es un 'nos vemos pronto', porque no hay otro lugar donde los adultos BSB tengan más 'Chances' de ser 'The One' en la memoria colectiva de un montón de gente que se niega a creer que esto es sólo una boy band, y que los ha visto crecer y madurar como personas y artistas hasta un nivel impensado, que nos deja 'incompletos' hasta su próxima visita.
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